Excursión desde Luang Prabang (II). Un día en bici

Alquilar una bicicleta es una de las mejores formas de recorrer las tranquilas calles de la paradisíaca Luang Prabang y acercarse a alguna de las localidades cercanas. Nosotros fuimos hasta la comunidad de artesanos Ban Xang Khong y recorrimos la ribera del río.

Ban Xang Khong es una población con numerosos talleres de tejidos donde se puede comprar productos locales a buen a precio y ver cómo trabajan los artesanos. Además, es una inmejorable excusa para alquilar una bicicleta, opción fantástica para moverse por Luang Prabang.

Hasta Ban Xang Khong hay un tranquilo paseo de poco más de media hora, bueno, si no os pasa como a nosotros y os perdéis por el camino. En nuestro caso, y de manera inexplicable llegamos hasta el diminuto aeropuerto, una ruta poco operativa pero bastante agradable. Cuando ya habíamos enderezado el rumbo, nos topamos con uno de los recepcionistas de nuestro hotel, que con la típica amabilidad laosiana nos indicó con exactitud donde se encontraba el pequeño núcleo de artesanos. Como tantas veces, importa más el camino que la meta. Apenas un par de calles con tiendas que ofrecían productos y precios similares a los del mercado. Aún así, compramos una lámina hecha en papel muy aparente.

Por la tarde, ya de vuelta en Luang Prabang, recorrimos con deleite la ribera del río para, antes del atardecer, pedalear por el barrio de los templos entre risas de niños y sonrisas de padres. Un fantástico colofón cargado de buen rollismo y muy reconfortante. Antes habíamos explorado la zona circundante al Wat Manolom, para jugar a los antropólogos fisgoneando en la cotidianeidad de los autóctonos, que tranquilamente esperaban la noche a ritmo de ‘beerlao’.

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