Beirut es una ciudad cara o muy cara. Posiblemente nos
resultó más abusiva porque veníamos de Damasco, centro de acogida de
restaurantes de lujo a precio de saldo. Nosotros fuimos en plan ahorrativo,
tiramos de Lonely y acertamos.
El Mcdonald's ubicado en el centro de Beirut tiene unas vistas inmejorables. |
Nos quedamos en un hostalito, (Pension al-Nazih), céntrico, básico,
bien de precio y cuyas habitaciones minúsculas nos parecieron un palacio, tanto por su
limpieza como por el error de la noche anterior. El primer día nos alojamos -lo
de dormir es otra cosa- en un hostal -o lo que fuera- de nombre y precio parecido, que ha sido, sin duda, el sitio
más infame donde hemos pasado una noche, y conste que los ha habido muy malos.
Cerca de nuestro hotel quedaba el fantástico paseo de la Corniche. |
Para llenar el buche, comida rápida y bocatas al margen,
fuimos al Le Chef, también cortesía de la Lonely, que es muy recomendable. Un
pequeño bar-restaurante, austero y sin pretensiones, donde se comparte mesa y mantel
con trabajadores locales y algún güiri despistado con la guía bajo el brazo.
Sin ser una exquisitez, su oferta de comida casera y su precio (5-6 euros
platos principales) resulta más que aceptable en una ciudad desorbitada como
Beirut. De lo que probamos recuerdo especialmente las berenjenas con tomate casero que estaban riquísimas.
La inevitable cervecita en esta meca del alterneo que es Beirut nos la tomamos en el Torino Express, un garito pequeñito con buena música y mejor ambiente que está en rue Gouraud, donde se arremolinan multitud de bares, clubes y restaurantes. El sitio tiene mucho encanto y es muy recomendable, además, el hecho de no recordar el precio de la birra implica que no fue un sablazo.
La inevitable cervecita en esta meca del alterneo que es Beirut nos la tomamos en el Torino Express, un garito pequeñito con buena música y mejor ambiente que está en rue Gouraud, donde se arremolinan multitud de bares, clubes y restaurantes. El sitio tiene mucho encanto y es muy recomendable, además, el hecho de no recordar el precio de la birra implica que no fue un sablazo.
1 comentario:
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